Por: Celia Sánchez-Ramos Roda
- Se trata
de un asunto de Salud Pública de primer orden y de trascendencia global
- La luz “en su justa medida” nos permite ver
Figura 1: Espectro electromagnético visible, ultravioleta e
infrarrojo junto con el esquema de su correspondiente energía.
- El sentido de la vista procesa más del 80% de la
información que llega a nuestro cerebro y que posibilita una buena interacción de
la persona con el resto del mundo.
- La luz en
exceso no sólo provoca deslumbramiento y en consecuencia ceguera luminosa transitoria,
sino que la excesiva inmersión en luz puede producir daños, en ocasiones irreversibles,
en distintas partes del ojo por lo que debe evitarse, según los estudios científicos
actuales en Salud Visual.
- En este aspecto, la función de la Medicina Preventiva
en Ciencias de la Visión consiste en procurar que el sistema visual no resulte dañado
por el exceso y tipo de exposición a luz y, en consecuencia evitar patologías que
tendrían que ser tratadas. Conviene, por tanto, hacer caso de un lema popular e inteligente: "Más
vale prevenir que curar".
- Es muy fácil intuir que, actualmente, es excesiva la cantidad de luz que llega a nuestros
ojos. Se disfruta de luz natural durante muchos días con un número de horas de insolación
muy elevado, la prevención visual no propone renunciar a la exposición al sol pero
propugna proteger los ojos con lentes ópticas adecuadas. En el último siglo se ha
añadido a la luz natural la eficiencia de la luz ambiental artificial; se dispone
de ella en cualquier momento ven la cantidad deseada (6.000 horas/año), la protección
al daño que pueda producir a los ojos no contempla renunciar a la iluminación artificial;
se trata más bien, de controlar la intensidad, la cantidad y la composición de la
luz. Finalmente, se han incorporado, al extremado entorno luminoso, el uso cotidiano
de dispositivos móviles emisores de luz (Móviles, tabletas, Televisiones y
ordenadores).
- Como todos sabemos, cada vez se utilizan más horas,
por más personas y cada vez éstas son más jóvenes. No se trata de renunciar al uso
racional, tan necesario y útil, de las nuevas tecnologías, sino que la prevención
propone eliminar “en su justa medida” la emisión de las radiaciones que se han demostrado
nocivas.
- Explicado así, resulta fácil entender el fundamento
de la foto-toxicidad visual que supone un alto riesgo para la calidad de vida de
la Sociedad actual y del futuro. Falta un dato más, en mi opinión de vital importancia,
para entender la magnitud del problema. Se trata de conocer que el llamado fondo
de ojo -la retina- tiene una única y pequeña zona, inferior a 2 mm, llamada mácula
lútea (mancha amarilla) por donde podemos ver con resolución; es decir, por
donde distinguimos una letra de otra o una cara de otra. Además la retina, a diferencia
de otras estructuras oculares, forma parte del sistema nervioso central;
popularmente se dice que es una prolongación del cerebro con las ventajas e inconvenientes
que este hecho conlleva: por un lado, procesa de forma sublime la información pero
por otro lado, los daños neuro-degenerativos a los que está expuesta no son
reversibles.
- Espero que, explicado así, resulte fácil entender
la necesidad de preservar la retina para seguir viendo durante toda la vida de una
persona.
- Se trata de replicar la naturaleza de manera artificial
aunando los mecanismos de defensa naturales que el propio sistema ocular implementa
a lo largo de los años.
- Estudiamos el tema desde varios puntos de vista
y realizamos las investigaciones científicas pertinentes hasta poder plantear soluciones
probadas y viables en laboratorio.
- España está entre los diez primeros países del mundo
en publicaciones de impacto producto de trabajos científicos. Las investigaciones
sobre foto-toxicidad visual vienen realizándose por la Universidad Complutense de
Madrid (UCM) concretamente por el Departamento de Optometría y Visión (Facultad de Óptica) desde hace más de doce
años. En conclusión, se debe decir que el sistema visual humano utiliza métodos
naturales para paliar el daño de la luz sobre el fondo del ojo; los estudios de
investigación que realizamos se centraron en analizar los mecanismos
fisiológicos de acción y replicar artificialmente los elementos de protección para
incluirlos en las soluciones ideadas: lentes, films protectores, fuentes de luz.
- En los últimos cinco años con la rápida implantación
de los dispositivos electrónicos móviles emisores de luz ha aumentado el riesgo
de foto-toxicidad.
- La
experiencia acumulada en las investigaciones previas permitió a la UCM diseñar y
realizar experimentos con Leds como emisores de luz blanca utilizados actualmente
en iluminación ambiente y en la retro-iluminación de dispositivos móviles. Debido
a la experiencia previa y a la oportunidad en la programación de los estudios los
resultados científicos fueron pioneros y publicados con gran celeridad, así como
acogidos con gran interés por las compañías innovadoras.
Figura 2: Resultados obtenidos en un estudio
de investigación realizado por la Universidad
Complutense de Madrid, donde se expresa con barras blancas la muerte celular provocada
por Leds blanco y azul, y con barras amarillas el efecto protector del filtro óptico
amarillo, que evita la muerte celular en un 89%.
- Las empresas se interesaron por las soluciones planteadas
y en un corto periodo de tiempo se han podido fabricar productos concretos como
lentes de contacto, lentes para gafas, lentes de sol y protectores de pantallas
de dispositivos móviles (smartphones, tablets, ordenadores) que actualmente ya están
en los comercios. Otras entidades estudian la distribución, a corto plazo, de fuentes
de luz (bombillas, fluorescentes halógenos, Leds) que incluyen los elementos
bloqueantes adecuados para contrarrestar la toxicidad de la luz. Este es “mi caso”,
un caso de investigación, desarrollo e innovación eminentemente español.
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