CENTRO ÓPTICO ALOMAR BARCELONA

Graduación gafas deportivas, seguridad y sol técnicas. Filtros selectivos (patologías oculares). Gafas ojo seco, Síndrome Sjögren y alergias. Dirección: calle del Clot 139-141 Barcelona 08026 (Barcelona) ------------------------ Teléfono: 932466543 ------------------------- Móvil: 601103151 WEB: http://www.opticaalomar.com ---------------------------------- E-Mail: info@opticaalomar.com ----------------- contacto@opticaalomar.com

Entrada destacada

EL 11% DE LOS ESPAÑOLES SUFRE EL SÍNDROME DEL OJO SECO

Más de 5.000.000 de españoles, un 11 por ciento de la población, sufren el síndrome del ojo seco, un trastorno ocular que causa malesta...

Mostrando entradas con la etiqueta fotofobia. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta fotofobia. Mostrar todas las entradas

miércoles, 11 de febrero de 2015

LA IMPORTANCIA DE LA VISIÓN PERIFÉRICA EN EL DEPORTE Y CÓMO MEJORARLA

  • Las habilidades visuales desempeñan un papel importante en la práctica de algunos deportes. Si bien su efectividad se va desarrollando a lo largo de la vida y depende en gran medida de las características personales y del estímulo, es posible entrenarla y mejorarla. La sociedad actual centra la atención de la mirada de manera frontal, descuidando otras capacidades visuales que pueden llegar a ser muy importantes en el desarrollo de muchos deportes y en la mejora de habilidades como el equilibrio o la optimización de algunas otras.
  • La visión periférica aumenta el campo visual del deportista y depende directamente de la disposición de los conos y bastones en la retina. Consiste en la habilidad de captar, reconocer y responder rápidamente a la información o movimiento del campo visual alrededor del objeto sobre el que se fija la atención. Además es importante para el equilibrio, la orientación y la seguridad en el movimiento.
La visión periférica en el deporte
  • La visión periférica está implicada principalmente en la lectura y en la conducción, también es muy importante para asegurar un mejor rendimiento y mayor eficacia en algunas prácticas deportivas.
  • Es indispensable en aquellos deportes basados en la cooperación y la oposición. Esto se debe a que requieren reacciones rápidas y efectivas y la percepción del movimiento del balón, compañeros y opositores, sin tener que girar la cabeza o mover el cuerpo.
  • Además de disminuir ante estímulos demasiado cercanos, la visión periférica varía a partir de las características cromáticas del estímulo. Es decir, depende de las condiciones del terreno, los colores de la vestimenta de los jugadores y la distancia a la que se encuentran.
  • Algunos de los deportes que más requieren el entrenamiento de las habilidades visuales son: fútbol, hockey, básquet, ajedrez, artes marciales, carreras. Además, pueden sumarse aquellas prácticas que requieran captar rápidamente la situación de juego, que prioricen la táctica y la capacidad de percibir estímulos de las zonas periféricas.

Ejercicios generales para mejorar la visión periférica
  • Realizar movimientos oculares en semicírculo a ambos lados y circulares completos.
  • Mirar un punto en la pared a unos 45° de altura. Sin dejar de fijar los ojos en ese punto, arrojar bolas de papel hacia un cesto de papeles. Mover el cesto colocándolo a diferentes distancias y alturas.
  • Dibujar con lápiz un punto en el centro de la hoja de un libro y fijar la mirada en él. Tratar de identificar a su alrededor la mayor cantidad de palabras posibles.
  • Sentarse frente al televisor y al extender un brazo, colocar un dedo a la altura de los ojos. Fijar la mirada en el dedo siendo consciente todo el tiempo de lo que ocurre la TV.
  • Mirar a un punto fijo y mover la cabeza mientras se sigue mirando al punto definido.
  • Mirar un punto fijo en la pared. Colocar diapositivas a ambos lados del punto. Describir las diapositivas sin cambiar la dirección de la mirada.
  • Lanzar un juego de llaves de una mano hacia la otra mirando siempre un punto fijo colocado en la pared. Ir separando cada vez más las manos y aumentando la distancia.
Con un compañero:
  • Estando los dos con el mismo pie a la pata coja y encarados uno mueve la mano hacia diferentes direcciones y el otro tiene que seguir el movimiento de la mano sin mirarla, teniendo la vista puesta en un punto fijo, por ejemplo el pecho de su compañero.
  • Adivinar el número de dedos de la mano del compañero: uno se pone mirando a un punto fijo mientras el otro se sitúa en algún costado del compañero y va poniendo números con los dedos de la mano a la altura de los ojos pero a una distancia a la que le cueste adivinar el número real. No pasa nada si uno se equivoca.
  • Con una pelota de pequeña y con números escritos en ella. Los compañeros se van pasando la pelota y tienen que ir diciendo el número que han visto al acercarse a ellos antes de cogerla, sin importar realmente si es cierto o no pero obligando a que presten atención.
  • Visión de un jugador de fútbol  sobre la pelota y los contrincantes
Entrenamientos visuales profesionales para deportistas
  • La visión periférica es muy importante para concretar con éxito la acción táctica. Es por eso, que principalmente en los deportes con pelota y en equipo, desarrollar este fenómeno es fundamental para mejorar la calidad de la percepción del juego e incrementar el rendimiento del equipo.
  • Algunos ejercicios para desarrollar la visión periférica de los jugadores en los entrenamientos son:
    • Pasar la pelota mirando al frente: Los deportistas deben ubicarse en círculo. Luego comenzar a realizar pases con las manos a sus otros compañeros pero siempre manteniendo la mirada en un punto fijo imaginario dentro del círculo. No deben girar la cabeza para observar de donde proviene la pelota. Los pases pueden ser de balón mano o de vóley.
    • Dar pases sorpresivos: En la misma posición que en el ejercicio anterior, realizar pases mirando a un compañero pero enviando el balón hacia otro. El objetivo es que con la visión periférica, el deportista localice la posición de sus compañeros.
    • Identificar palabras o imágenes: Pintar una línea en el suelo. Los deportistas deberán caminar sobre ello mirando al frente y tratar de identificar palabras o imágenes colocadas en ambos costados de la línea.
    • Ejercicios de pelota con dificultad: Mientras un jugador realiza rutinas de drible o conducción de la pelota, sus compañeros se deben ubicar a ambos lados de su línea de carrera y lanzar pelotas. El deportista debe continuar el ejercicio y esquivar los balones controlando su vista periférica.
    • Colocar vestimenta deportiva de diferente color: Durante los entrenamientos, utilizar en algunos jugadores camisetas de diferente color al resto del equipo. Esto permite que puedan ser percibidos periféricamente con mayor facilidad y los demás jugadores puedas acostumbrarse a la posición de los mismos.
Conclusiones
  • Las habilidades visuales se mejoran de manera progresiva. Es posible comenzar con algunos ejercicios y con el tiempo ir aumentando las distancias o la rapidez de los estímulos con el fin de desafiar aún más el sentido de la vista periférica. Además de garantizar el aumento del rendimiento deportivo, la visión periférica juega un papel primordial en la coordinación visuo-motora, la velocidad de lectura, la locomoción y el equilibrio. Es por eso que entrenar los músculos de los ojos y entrenar las capacidades visuales puede ayudar a optimizar varias actividades diarias así como también la percepción del juego y el rendimiento físico.


Publicado por: HSNstore  11 febrero, 2015 en Entrenamiento:
https://blog.hsnstore.com/la-importancia-de-la-vision-periferica-en-el-deporte-como-mejorarla/

domingo, 28 de diciembre de 2014

ANISOCORIA

Ojo Derecho; Pupila normal

Ojo Izquierdo pupila dilatada: Midriática
La pupila del ojo derecho reacciona muy bien a la luz, dilatándose en la oscuridad y constriñéndose en alta iluminación. Sin embargo, la pupila del ojo izquierdo es muy perezosa a los estímulos luminosos, variando a penas su tamaño tanto en condiciones de baja como alta iluminación. Esta situación nos indica que la pupila anormal es la izquierda y que la diferencia en tamaño de las pupilas se acentúa con alta iluminación. Este hecho descarta la falta de inervación simpática del musculo dilatador del iris (síndrome de Horner). Ante un paciente cuya anisocoria se acentúa con alta iluminación se debe observar cómo reacciona ante los cambios de la amplitud de hendidura del bio-microscopio respondiendo a las siguientes preguntas:
  1. ¿Es la pupila es totalmente a-reactiva a la luz?  Si NO varía en lo más mínimo su tamaño se deberá observar si existen anomalías en el propio tejido del iris y si ha existido historia de traumatismo ocular: No es nuestro caso. La pupila SI reacciona discretamente a la luz.
  2. ¿Se observa algún sector del iris que reacciona diferente de otro sector?  SI es así, hay que sospechar un daño en la inervación de los músculos intraoculares (ciliar e iris), y comprobar si la pupila reacciona más al estímulo de visión próxima que a la luz, es decir
  3. ¿Existe disociación pupilar en visión próxima con la luz?. Si la respuesta es NO, podría tratarse de un síndrome de pupila de Adie AGUDA ya que las paresias del tercer par raramente se presentan con trastornos parciales del esfínter del iris, especialmente en pacientes ambulatorios. En nuestro paciente la respuesta es SI por lo que deberemos pensar que esta disociación sugiere una denervación y nueva re inervación del esfínter pupilar con mucha probabilidad de un SÍNDROME DE ADIE o  una antigua PARESIA DEL TERCER PAR con re inervación aberrante ya que un origen en cerebro medio produce disociación visión próxima -luz bilateral, por lo que se instilara un colirio para investigar su sensibilidad colinérgica, y preguntaremos:
  4. ¿El esfínter del iris reacciona a un colirio diluido de pilocarpina al 0.1%, de tal modo que la pupila bajo discreta iluminación se trasforma en la menor en oscuridad?. Si la respuesta es que NO volveremos a preguntar:
  5. ¿Reacciona la pupila (se hace miótica) a un colirio de pilocarpina al 1%? Si la respuesta es NO podremos diagnosticar MIDRIASIS ATROPÍNICA, si la respuesta es SI podremos diagnosticar PARESIA DEL TERCER PAR.
Para interpretar unas pupilas cuya diferencia de tamaño se acentúan con baja iluminación habría que seguir el siguiente cuestionario:
  1. ¿La anisocoria se invierte con alta iluminación porque la pupila de menor tamaño no se constriñe o dilata muy bien? 
a)     Si la respuesta es SI la situación corresponde a una pupila tónica asociada a un Síndrome de Adie (cuestionario anterior).
b)     Si la respuesta es NO, puede observarse clínicamente o con flash fotográfico polaroid la reacción pupilar.
  1. ¿Se observa un retardo perezoso de dilatación en la pupila de menor tamaño cuando la luz intensa reaparece? Si la respuesta es NO concluiremos que se trata de una anisocoria fisiológica. Si la respuesta es SI estaremos ante un probable Síndrome de Horner aunque de necesaria confirmación, por lo que se instilará un colirio de clorhidrato de cocaína al 5% (HCl 5%) en los dos ojos y se espera durante 40-60 minutos. Si la anisocoria decrece porque ambas pupilas se dilatan con el colirio de cocaína, también concluiremos que se trata de una anisocoria fisiológica, pero si la anisocoria aumenta porque la pupila de menor diámetro de dilata pobremente por debajo de los 0,8mm (<o=) instilaremos un colirio de fenilefrina al 1% y esperaremos 30-40 minutos: Si la pupila a penas se dilata concluiremos en que se trata de una anisocoria estructural. Si la pupila por el contrario se dilata mucho y se transforma en la mayor de las dos, o la pupila se presentó con un diámetro mayor a 0.8mm (>  ó  =) concluiremos que se trata de un Síndrome de Horner.
  2. Se observa un daño en el trayecto óculo-simpático que origina un Síndrome de Horner ¿Se está produciendo la lesión en la neurona post ganglionar? Instilaremos un colirio de hidroxianfetamina al 1% en cada ojo y esperaremos 40-60 minutos: Si las dos pupilas dilatan concluiremos Síndrome de Horner de 1ª neurona. Si ambas pupilas dilatan, pero la pupila de Horner se hace la mayor, concluiremos Síndrome de Horner pre-ganglionar. Si pupila de Horner dilata pobremente (menos que la otra pupila) o no lo hace en absoluto, concluiremos en Síndrome de Horner post-ganglionar.
La interpretación diagnóstica GENÉRICA de las anisocorias puede dirigirse en base a dos situaciones:
  • Aquellas en la que la diferencia de tamaño pupilar aumenta con baja iluminación.
  • Aquellas en las que la diferencia de tamaño pupilar aumenta con alta iluminación.
Estrategia terapéutica genérica:
  • Ante una pupila de Adie o paresia del tercer par se debe descartar que no exista una causa activa sobre el recorrido del III par.
Tratamiento:
  • La pupila de Adie no precisa tratamiento.
        Discusión:
  • Una vez se discierne cuál de las dos pupilas es la anormal hay que cuantificar y definir si la pupila es más grande o más pequeña del rango normal y cómo reacciona a la luz tras aplicar determinados colirios.
Cuando la pupila es más pequeña de lo normal:
  • El nervio que dilata la pupila en la oscuridad es de tipo simpático y también controla el músculo que ayuda a abrir el párpado. Cuando este nervio no funciona adecuadamente, la pupila correspondiente que inerva es más pequeña (miótica) y el párpado está un poco más caído (ptosis y enoftalmos). Este conjunto de signos constituye el síndrome de Horner y aunque de por si estos hechos no representan ningún daño al ojo correspondiente ni ocasiona pérdida de la visión, si puede significar una alteración de las estructuras localizadas a lo largo del recorrido de la vía nerviosa simpática. La vía simpática inicia su recorrido en el cerebro, baja por la médula dorsal y abandona la el recorrido intra espinoso a nivel C8-T1, alcanza el ganglio cervical superior (trayecto pulmonar) y entonces viaja con el plexo carotídeo hasta llegar al ojo y  al músculo dilatador del iris. Una compresión por parte de cualquiera de las estructuras a lo largo del nervio puede producir el síndrome de Horner, por lo que la localización, y el sustrato anatomo-patológico de la compresión determinara su tratamiento. Asi, las causas del síndrome de Horner pueden ser provocadas tanto por un ictus,  como por un tumor en el cerebro, o una ruptura en la arteria carótida (disección de la carótida). También puede ser debido a un trauma antiguo producido durante el parto, aunque algunas veces no se puede encontrar causa alguna. Existe un protocolo (colirio de HCl de cocaína al 0,5% y  reacción a la luz) para confirmar el diagnóstico del síndrome de Horner y  definir la localización de la compresión en el recorrido del nervio simpático. Estudios radiológicos y la resonancia magnética pueden determinar las posibles causas.
Cuando la pupila es más grande de lo normal:
  • El nervio que activa el músculo constrictor del iris forma parte del III nervio craneal (nervio motor ocular común). El III par inerva varios músculos que imprimen movimiento al ojo hacia arriba (recto superior), abajo (recto inferior) y adentro (recto interno). También controla el músculo que levanta el parpado superior y el músculo que constriñe la pupila. Una alteración del III nervio craneal puede provocar que el párpado caiga, visión doble y/o una pupila grande (dilatada o midriatica). Así, una pupila dilatada (midriasis) con ptosis palpebral (parpado caído) y paresia en la musculatura extrínseca ocular puede indicar que existe una compresión en algún punto de su recorrido, provocado por ejemplo por un aneurisma vascular que constituya una urgencia médica. En estos casos una angiografía o una resonancia magnética pueden poner de relieve un posible factor compresivo (aneurisma).  Con una  mínima parte del tercer nervio craneal afectado ya se puede observar la pupila midriática sin reacción adecuada a la luz intensa. Hay que tener en cuenta que una pupila dilatada también puede ser causada por ciertas medicinas o químicos que inducen dilatación de la pupila. Por ejemplo, los medicamentos en parche para tratar el mareo, o sustancias químicas que se usan en jardinería y cierto tipo de colirios pueden provocar pupila dilatada. El paciente muchas veces no sabe si pudo haber estado en contacto con algo que generó la anisocoria (es importante el interrogatorio). No obstante, la pupila que se agranda debido a una sustancia química es transitoria y vuelve a su tamaño normal cuando el químico pierde su efecto, aunque el efecto puede durar en ocasiones de horas a días. La pupila de Adie es otro tipo de pupila dilatada y que reacciona poco a la luz. Una persona con una pupila de Adie inicialmente tiene dificultad para enfocar objetos de cerca, y  leen con dificultad. La pupila de Adie ve se con más frecuencia en mujeres jóvenes, aunque los hombres también pueden presentarla. En la mayoria de los casos su origen es desconocido y los estudios radiográficos muy raramente muestran alguna anormalidad. Una persona puede tener pupila de Adie en uno o ambos ojos y puede estar asociada a disminución en los reflejos tendinosos de las rodillas, a lo que se le llama síndrome de Adie. La causa del síndrome de Adie, así como la pupila de Adie, es desconocida y no tiene tratamiento. Con el tiempo, la capacidad de enfocar regresa, la pupila puede permanecer dilatada por largo tiempo, aún por años, pero finalmente puede constreñirse y muchas veces volver a ser más pequeña que la pupila normal. La pupila de Adie nunca reaciona normalmente a luz, lo cual debe ser puntualizado en exámenes subsecuentes.