Peligros de la auto-medicación
- Al preguntar al paciente si se pone gotas en los ojos y de que tipo, lo más frecuente es que nos conteste “me pongo un colirio”, pero en ocasiones, cuando intentamos obtener más información sobre el tipo de gotas, a veces la respuesta es “no sé… marca colirio”.
- No puedes usar los colirios sin recomendación de tu oftalmólogo son un medicamento que puede tener efectos secundarios.
- Uso del colirio, prescripción de tu oftalmólogo
- Lo primero que debemos conocer es que los “colirios” son una presentación de los medicamentos, igual que las pastillas, los jarabes y los supositorios. Por lo tanto, cada colirio tiene un medicamento/s distinto/s, y tiene diferentes usos dependiendo de su composición.
- Los oftalmólogos u oculistas (los “médicos de los ojos”, no confundir con los ópticos/optometristas) contamos con un arsenal de “colirios” con los que tratar las distintas enfermedades oculares.
Entre los más importantes, destacar algunos grupos:
- Antibióticos: sirven para tratar las infecciones oculares producidas por bacterias, del tipo de las conjuntivitis, las queratitis (infecciones de la córnea), las blefaritis y los orzuelos, etc… Deben ser utilizados siempre tras una valoración por un médico o por un oftalmólogo, y deben utilizarse de forma adecuada, con la frecuencia y el tiempo de tratamiento que haya sido indicado. Esto es muy importante para que se produzca una curación completa de la infección, para evitar recaídas y para que no se produzcan resistencias de las bacterias a este antibiótico.
- Corticoides: los hay de distintas potencias, y en ocasiones, combinados con antibiótico. Sirven para tratar las inflamaciones oculares (leves, como las conjuntivitis, pero también las internas, como las uveítis o las post-operatorias). Suelen tener un efecto muy potente en cuanto al alivio de los síntomas y de las molestias, pero no están exentos de efectos secundarios, como el aumento de la presión intraocular (llegando a producir glaucoma en caso de uso prolongado e incontrolado por el paciente) o infecciones corneales como la queratitis herpético. Su uso debe ser siempre controlado por un oftalmólogo, y no deben almacenarse en el botiquín casero para utilizarse ante la mínima molestia ocular, por las consecuencias que puede tener su uso incontrolado
- Hipotensores oculares: son las gotas para bajar la tensión ocular y tratar el glaucoma. Existen distintos tipos, y todas ellas tienen efectos secundarios, que van desde un empeoramiento de una bronquitis o un asma, enlentecimiento de la frecuencia cardiaca, depresión, impotencia, etc… Su uso debe hacerse según la prescripción del oftalmólogo, ya que cada uno de ellos tiene una indicación y dosis concreta que debe respetarse.
Fuente: http://www.drbelda.es/oftalmologia-2/el-uso-racional-de-los-colirios-i.html?utm_source=rss&utm_medium=rss&utm_campaign=el-uso-racional-de-los-colirios-i
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