A no ser que se considere clínicamente necesario hacerlo con otra periodicidad, se volverá a citar a los pacientes con la frecuencia siguientes:
- Pacientes entre 0 y 2 años: cada seis meses
- Pacientes entre 2 y 7 años:
- Sin defectos visuales destacables: a los tres, cinco y siete años de edad.
- Con defectos de visión binocular o error refractivo corregido: cada 6 meses
- Pacientes mayores de 7 años y menores de 16 años:
- Sin defectos visuales destacables: cada año.
- Con defectos de visión binocular o miopía progresando rápidamente: cada 6 meses
- Pacientes mayores de 16 años y menores de 70: cada 2 años
- Pacientes mayores de 70 años: cada año
Razones clínicas para adelantar los exámenes
Hay pacientes con condiciones médicas y oculares particulares para los cuales se recomiendan los siguientes intervalos mínimos:
- Pacientes mayores de 40 con historial familiar de glaucoma o hipertensión ocular que no forman parte de un plan de monitorización: control anual.
- Pacientes con diabetes que no forman parte de un plan de monitorización de retinopatía diabética: control anual.
Otras razones para adelantar la cita de un paciente antes de lo indicado:
- Pacientes de cualquier edad con errores de refracción que presenten variaciones frecuentes o que están en riesgo de tales cambios, por ej.: pacientes a los que se les acaba de diagnosticar diabetes.
- Otras ocasiones en las que el paciente está dirigido por un óptico-optometrista referido bajo las reglas del Servicio Nacional de Salud, por ej.: campo visual alterado en una visita y que no se confirma tras la repetición; presión intraocular anormal sin otros signos significativos de glaucoma.
- Pacientes que se presenten al examen con un intervalo menor a lo recomendado, derivados por un médico general.
- Pacientes que formen parte de población de riesgo como miopías magnas, afaquia y que presenten agudeza visual con corrección inferior a 0,1 al menos en un ojo.
- Pacientes con patología susceptible de empeorar, por ej. degeneración macular debido a la edad, cataratas, distrofia de córnea o anomalías congénitas.
- Otras condiciones que estime conveniente el óptico-optometrista.
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